Dos centres gestionats per la Fundació Vallparadís, finalistes en la VI edició dels Premis a les Bones Pràctiques de la Fundació Pilares
Los proyectos finalistas son “Snoezelen 24 horas”, de la Residencia y Centro de día Móra la Nova y “Dónde comen dos, comen ciento seis” de la Residencia y centro de día Falguera
La Fundación Pilares celebró, el pasado 7 de noviembre, la VI edición de los Premios a las Buenas Prácticas relacionadas con el Modelo de Atención Integral y Centro en la Persona (AICP), para reconocer y visibilizar aquellas iniciativas que avanzan hacia la mejora de la calidad de vida de las personas que requieren soportes. Estos premios están dirigidos a aquellas entidades, públicas y privadas, que realizan su labor en los ámbitos del envejecimiento, la discapacidad y la dependencia.
En este marco, dos centros gestionados por la Fundación Vallparadis, la Residencia y Centro de día Mora la Nova de Tarragona y la Residencia y Centro de Día Helecho de Sant Feliu de Llobregat, han sido finalistas.
La Residencia y Centro de Día Móra la Nova presentó el proyecto “Snoezelen 24 horas”. Los profesionales del centro presentaron esta buena práctica que surge de la observación que realizan sobre los usuarios con demencia moderada-grave. Detectaron que la desconexión de estas personas con su entorno les provoca vivir momentos de angustia, especialmente cuando los espacios y actividades no están adaptados a sus perfiles sensoriales.
Para abordarlo, el equipo técnico implementó un proyecto de estimulación multisensorial, conocido como Snoezelen 24 horas. Este método incluye una evaluación del perfil sensorial de cada usuario para personalizar entornos o actividades, que busca fomentar la relajación, aumentar la conexión con el entorno y reducir las alteraciones de conducta. La herramienta observacional Dementia Care Mapping (DCM), les ha servido para poder evaluar el grado de bienestar con las intervenciones planteadas a partir del perfil sensorial.
Por otra parte, la Residencia y centro de Día Falguera, presentó el trabajo “Dónde comen dos, comen ciento seis”. Ésta es una buena práctica en la que las personas usuarias que tienen interés o afición por la cocina, participan el taller que se realiza cada mes. Éste se desarrolla en diferentes fases que van desde la elección del menú, la realización de la lista de la compra, la salida al supermercado para la adquisición de los ingredientes, la elaboración del mismo menú, y por último la integración de los platos cocinados en el menú del día del Centro, del que todos los usuarios pueden disfrutar del producto final, con la complejidad de cocinar por las 106 personas que son las que conforman el centro.