La actividad física
El objeto de hacer ejercicio es potenciar una buena condición física dado que una gran parte de la población de las personas mayores tiene estilos de vida sedentarios.
Esta actividad practicada de manera regular es muy beneficiosa y en la actualidad se puede considerar la mejor inversión en salud.
Protege la persona frente a los riesgos de las enfermedades cardiovasculares y favorece el control de la diabetes.
Los estudios muestran que merma el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, actúa positivamente también, disminuyendo la pérdida de la masa ósea y muscular propia de la edad (sarcopenia), a la vez que aumenta el tono y la fuerza muscular, mejora la rigidez articular ganando en flexibilidad y estabilidad, y por lo tanto reduciendo el riesgo de caer.
Se ha demostrado también la influencia beneficiosa de la actividad física recreativa a nivel cognitivo, de la misma manera que favorece el contacto con los demás y las relaciones sociales.
Es bueno que las personas mayores hagan ejercicio de manera regular, pero siempre de acuerdo con su estado de salud, por lo que es importante hacer una revisión previa y contar con asesoramiento profesional.